En algún momento de la vida seguramente te has parado frente al espejo, y habrás notado que el tiempo ha pasado, ¡claro no es lo mismo que tengas 16 a 30 o más años! Y lo más probable es que te hayas hecho esta pregunta: ¿Por qué no existe algo para detener el tiempo y verme como si tuviera 16?
¿A caso te sonó familiar? Productos y tratamientos hay muchos en el mercado que pueden esconder solo un poco el paso de los años, sin embargo envejecer constituye un fase normal en el desarrollo de todos los seres humanos.
Varias teorías explican los procesos de envejecimiento:
Ten cuidado con los Radicales libres
Al exponernos a factores negativos como lo son la contaminación, el ritmo de vida, la alimentación, el cigarro, el alcohol, etc., millones de radicales libres atacan a tu organismo y dañan severamente las membranas de las células. Lo que hace que en algún momento la piel se seque, el cabello se opaque y se caiga y que además aparezcan arrugas. Por ello, la lucha contra los radicales libres es uno de los principales objetivos de los tratamientos antiedad, que administran vitaminas, oligoelementos y minerales para frenar su acción.
Lo mejor una buena alimentación
Lo mejor para contrarrestar los ataques que provocan los radicales libres en nuestro organismo es importante que consumamos frutas y verduras ricas en antioxidantes, los cuales son sustancias que tienen la capacidad de retardar o prevenir la oxidación en presencia de oxígeno. Los nutrientes antioxidantes por excelencia son: el betacaroteno, la vitamina C, la vitamina E, y el selenio.
La vitamina C es muy necesaria para la salud de la piel, activar sus defensas y otorgar resistencia a las agresiones, particularmente intensas en verano, e interviene en la síntesis del colágeno, proteína que constituye el tejido cutáneo y le otorga sostén.
La vitamina E es la vitamina antioxidante por excelencia protege y ayuda a mejorar el tejido celular, contrarresta con eficacia el envejecimiento, ayuda a mejorar la circulación sanguínea, un factor determinante para la salud de la piel.
El betacaroteno es también llamado provitamina A, protege a la piel de los rayos UV, estimula el sistema inmunitario y ayuda a prevenir infartos. Lo podemos encontrar en frutas y verduras amarillas y rojas o en vegetales de color verde oscuro.
En cuanto a minerales y oligoelementos, el hierro es un mineral indispensable en la producción de la hemoglobina, gracias a la cual la piel tiene un buen color. El zinc es un nutriente muy importante para la salud de la piel. Participa junto a la vitamina A en la regeneración del tejido cutáneo, en la síntesis del colágeno y la elastina, componentes importantes del tejido conjuntivo de la piel encargadas de proporcionar elasticidad y tonicidad a la dermis. Asimismo, los alimentos con magnesio ayudan a combatir los síntomas que provocan las situaciones de estrés y fatiga que afectan al equilibrio de nuestra piel.
Sigue algunos hábitos saludables:
La luchas contra el envejecimiento siempre va existir y seguirán surgiendo nuevas formas para retrasarlo. Pero mientras eso sucede tú puedes contribuir mucho en forma natural haciendo ejercicio y llevando una alimentación rica en antioxidantes, recuerda que como te ves, te sientes.