El deporte reivindica la no-discriminación de las personas que tienen alguna discapacidad a la hora de practicar deporte. Una situación en la que, por sensibilidad y sentido común, no debería verse nadie. Pero ¿qué es el Deporte Inclusivo?
Imagina que una tarde llegas al campo para entrenar con tu equipo y te dicen que estás fuera, que no puedes entrenar ni jugar más con ellos. Tú, sin entender nada, preguntas el motivo. Te dicen que es por tu forma de ser, por tu físico, por tus valores, por tus gustos… En definitiva, por ser tú. ¿Cómo te sentirías? Muy triste, ¿verdad? Pues esa sensación es la que sienten las personas que son discriminadas a la hora de hacer deporte con el motivo “es que tiene una discapacidad”.
¿Qué es el Deporte Inclusivo?
Es aquello «que incluye o tiene virtud y capacidad para incluir”. Definimos el Deporte Inclusivo como aquel que pueden practicar conjuntamente personas con y sin discapacidad, ajustándose a las posibilidades de los practicantes y manteniendo el objetivo de la especialidad deportiva que se trate.
¿Cómo diferenciar el Deporte Inclusivo del Deporte Adaptado? Este segundo lo constituyen aquellas modalidades deportivas que se adaptan al colectivo de personas con discapacidad o condición especial de salud. Ya sea porque se han realizado una serie de adaptaciones y/o modificaciones para facilitar la práctica de aquellos (reglamento o material) o porque la propia estructura del deporte permite su práctica. Un ejemplo de Deporte Adaptado sería el Baloncesto en Silla de Ruedas, y uno de Deporte Inclusivo sería un equipo mixto de fútbol que incluye a personas con parálisis cerebral, autismo o síndrome de down junto a niñ@s sin discapacidad.
Hay algunos casos en los que se crea una modalidad deportiva nueva a partir de las características específicas de un determinado colectivo de personas con discapacidad.
Aspectos del deporte inclusivo
Crear conciencia: Si desde pequeñ@s conocemos la importancia del deporte para todos, practicando deportes tradicionales en su modalidad inclusiva o deportes adaptados como el Baloncesto o el Rugby en silla de ruedas, conseguiremos normalizar la práctica deportiva sin importar si la persona tiene o no discapacidad. La concienciación empieza desde la infancia.
Derechos: Es importante ser conscientes que tod@s tenemos los mismos derechos como personas, tengamos o no discapacidad. Entender ese hecho nos ayudará a entender que en el ámbito deportivo ocurre lo mismo y, por tanto, todos los deportistas merecen el mismo trato.
Valores: Aquí entran en juego dos valores importantes: la tolerancia y el respeto. La tolerancia hacia la diferencia: cada persona es diferente y eso nos hace especiales, únicos, y a la vez, todos somos personas. Las diferencias de cada uno enriquecen al grupo. ¡Qué aburrido sería si todos fuéramos exactamente iguales! Y por supuesto, el respeto hacia esa diversidad y diferencia. ¡Fundamental!
Empatía: Pongámonos en el lugar del otro e intentando comprender cómo se puede sentir alguien que es discriminado, no solo supone un paso hacia el fin de la discriminación, sino que además nos hace más humanos.